Magnicidio flojo de papeles

Es el de Cristina Fernández el gobierno que espía con el proyecto X, y ataca con más tesón a los trabajadores suspendidos – que no acatan destino tan ingrato – que a las patronales despedidoras.
Conduce el Ejército nacido en los gloriosos días de la epopeya indepentista un espía impúdicamente enriquecido que gasta fortunas en festejos humillando la austeridad del hombre que, militar como este Milani – nuestro hermano José Francisco – liberó de la opresión a todo un continente. Pero mucho más grave aún, el jefe soporta una denuncia por represor en los años de la dictadura, cuyos protagonistas siguen respondiendo, felizmente, ante la justicia.
El hombre de la Seguridad es otro militar más amigo del palo que de la palabra. Sigue leyendo

Policías amotinados, la cultura derrotada

¿Qué impide que una persona acabe con la vida de un semejante? ¿Qué obstáculos deberá sortear aquel que quiera apropiarse de lo que no le pertenece, que desea, pero que definitivamente no le pertenece?
¡La ley! Se apurarían casi todos en responder. Y para pesadumbre de este escriba, todos se equivocarían. Esa genuina valoración institucional ha sido la gran defección del sistema que hoy interpelamos con iracundia. La ley, lectores, sépanlo de una vez, no impide absolutamente ninguna acción criminal. Con el disparo, sale la bala y no hay ley que detenga sus efectos… Sigue leyendo

Medios públicos y tolerancia, la escoba militante…

Entre las instituciones efectivas que determinan una democracia de alta intensidad, Robert Dahl postula la libertad de expresión; las fuentes alternativas de información y el control del gobierno. Estas tres, resumen buena parte de nuestras desventuras como sociedad.
Al grito de somos la quintaesencia del periodismo emancipador, quienes en estos años de Kirchnerismo administran los medios pùblicos, pasan a degüello a todo a aquel que se atreva por los caminos de la observación crítica o el escrutinio de sus decisiones, ignorando a sabiendas que es un derecho pero más aún deber del hombre de prensa, levantar la voz por aquellos que no tienen tutela, cobertura ni patronazgos; decir lo que aquellos que sufren las decisiones del poder no pueden porque su voz se ahoga en el anonimato. Sigue leyendo