En esta angustiosa hora es difícil pensar en otros términos que no sean los panfletarios, degradando el pensamiento analítico hasta convertirlo en desmayado grito. Es que de nuevo la debilidad del sistema de representación emerge en datos de pobreza, esos 13 millones de argentinos que lo son por falta de oportunidades tanto como por vigentes principios de austeridad fiscal. De tan repetido esquema de saqueo, la reflexión se oxida en aguas de espanto.
Los caídos del sistema que pueblan las mesas del auxilio, la caridad o la vocación hecha brazos, todavía protagonizan el presente. Pero si el horizonte se les tornara tempestuoso y esquivo, podrían desaparecer detrás de escena para reingresar demandantes de la inclusión que hoy se les ríe en la cara. Sigue leyendo →